viernes, 6 de enero de 2012

LUIS RAÚL CALVO




LUIS RAÚL CALVO nació en Buenos Aires en 1955. Es poeta y ensayista. Dirige la Revista Cultural "Generación Abierta”(Letras-Arte-Educación). Obra publicada en poesía: Tiempo dolorosamente resignado (1989), La anunciación de la partera (1992), Calles asiáticas (1996), Bajos fondos del alma (2002), Belleza nómade (2007).



 



LA OTRA OSCURIDAD

La otra oscuridad es este pacto labrado
con los sórdidos impostores.
¿Quién transformó los harapos calcinados
en la ensoñación de los dementes?
La rebelión de la piel es un atenuante
a la mentira.
Nosotros, los blancos atrincherados
en las bujías de plomo
descosemos las blusas amarillas
de la mujer amada y reciclamos su aroma
así como otros reciclan las miserias
más humanas.
Este es el estado de las cosas
la fragmentada disolución del alma
en la carne de los desenterrados.
Quizá por eso, este amor con gangrena
sacude a los amantes y nos traslada
a Notredam, allí donde el viejo jorobado
se recompone en los campanarios de plata
y vislumbra enajenado las cuentas pendientes
que en algún momento se ha de cobrar.


    
POEMA XII

Ese hombre que hoy duerme
en medio de la calle
alguna vez supo disfrutar
de los placeres terrenales.

Amó a dóciles mujeres
bebió finos licores
dilapidó lo propio
y lo ajeno, como queriendo
negar aquello de que
nada es eterno en la vida.

En otros tiempos
al ver a otros hombres
durmiendo como él duerme ahora

solía repetir en voz alta:

“Algo habrán hecho
para merecer esto”.




FLORES NEGRAS

Detrás del muro el miedo nos desangra.
Un hilo de luz en la garganta
es señal de voces calcinadas.
No hay dolor en la miseria
sólo el aullido del amo
devorando ventrículos vacíos.
Despojadas de todo, las siluetas de barro
comen de las tumbas.
Estamos celebrando el cautiverio
de los hijos
con flores negras en los ojos.



BELLEZA NÓMADE

Quien crea, algo de él está matando.

Nos han quitado casi todo, pero nos parece que conservamos todo.

El mar arrastra todo pero nos devuelve la memoria.

La palabra que ha perdido encanto, se pierde entre las aguas del silencio.

Pienso, y lo que pensaba como cierto se torna más vulnerable.

En la esencia de las cosas está la vida, pero sólo la forma del poema desnuda el lado obscuro de esa vida.

En el hospicio la vida pasa, como si no pasara. Como a veces nos ocurre, fuera del hospicio.

El fuego… corazón sagrado que todo lo puede y todo lo acaba.

Alguien me recuerda a ti, y sin querer le quito identidad.

Prejuzgo y me quedo sin un fragmento de la verdad.

El tiempo es único e irrepetible, por eso a veces es todo y a veces es nada.

Fue todo tan armónico, tan apacible, que nos alejó de lo humano.

Esa mirada, perdida, extraviada. Esa mirada, sabe más de lo necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario